¿Qué es una Resonancia Magnética?
Una resonancia magnética es una prueba diagnóstica, que no conlleva ningún riesgo para la salud del paciente, pues esta no utiliza radiación, sino que emplea una combinación de un potente campo magnético con pulsos de radiofrecuencia, esto hace posible que puedan producirse cientos de imágenes o cortes de alta resolución.
Se utiliza para poder diagnosticar posibles patologías como tumoraciones gracias a la utilización de contrastes, roturas de ligamentos o fibrilares, hernias, ya que este estudio permite a los especialistas examinar tanto los tejidos blandos, como los órganos o el sistema musculoesquelético.
¿Quién puede realizarse una resonancia?
La mayoría de las personas pueden realizarse una resonancia magnética sin que esto suponga ningún problema ya que es una prueba inocua, pero entre las excepciones, podemos encontrar a las pacientes embarazadas, está contraindicada la realización de una resonancia magnética durante los tres primeros meses del embarazo, ya que los efectos que pueda tener sobre el feto en formación no están demostrados.
También son casos excepcionales los pacientes que poseen marcapasos, holter, bombas de medicación, algún implante de metal… etc. A día de hoy podemos encontrar que muchos de estos aparatos pueden ser compatibles con la resonancia magnética, para ello se necesita un informe médico que pueda especificar si es posible realizar el estudio.
¿Cómo se realiza esta prueba?
Una vez el paciente se encuentra en la sala de resonancia, el personal le indicará donde puede cambiarse, ponerse una bata desechable y dejar sus objetos personales. Cuando el paciente ya está preparado el técnico le indicará en que posición debe colocarse sobre la camilla, le situaran la antena correspondiente en la región del estudio a realizar con el objetivo de conseguir una mayor calidad de imagen. Por último, la camilla se deslizará hacia el interior y se iniciará el estudio que tendrá un intervalo de tiempo de 20 a 30 minutos.
¿Es necesario hacer una preparación previa?
La resonancia magnética sin contraste no requiere una preparación específica, en caso de que tengan que administrarle algún tipo de contraste será necesario acudir en ayunas.